El ministro salió por la cocina.


El miedo mueve montañas

Y, en este caso, la montaña tiene nombre y apellido: Mariano Narodowski. Para evitar una interpelación, el Ministro de Educación finalmente concurrió a la Legislatura. Fue cuestionado por la oposición y tuvo que salir por la cocina cuando los estudiantes presentes se desbordaron.

“Que cagazo, que cagazo, sino nos dan las becas, se viene el estudiantazo”, cantaban sin cesar los estudiantes que participaron de la reunión de la Comisión de Educación de la Legislatura porteña, mientras se acercaban más y más al ministro Mariano Narodowski, quien ante el desborde salió intempestivamente por la cocina poniendo fin al encuentro.

Tal como informó adnciudad.com, el bloque de diputados del PRO había decidido que el Ministro de Educación no concurriera a la reunión que estaba prevista para este martes. La misma se había estipulado para evitar que la oposición avanzara con una interpelación en el recinto básicamente por el sistema de becas, las demoras en la implementación del plan de infraestructura escolar y los reclamos salariales de los docentes.

Este martes, luego de varias negociaciones y cuando la interpelación era casi un hecho, Narodowski anunció que iba a concurrir a la Legislatura. Para esto, el presidente de la Comisión de Educación, Enrique Olivera, ya había desempatado la votación para posibilitar que se incluyera este tema en el temario a tratar. “Obviamente mi voto es positivo”, dijo Olivera seudoparafraseando a Julio Cobos, ante la risa y los aplausos de los presentes.

Es que había once diputados presentes, y había cinco a favor de incluir la interpelación y cinco en contra. Con el voto de Olivera había mayoría, pero un llamado le advirtió que en breve iba a hacer su llegada Narodowski.

Lo cierto es que, tarde pero seguro, el Ministro concurrió a la Legislatura y durante más de tres horas intentó responder todas las inquietudes. Además, reiteró su propuesta de discusión de una nueva ley de otorgamiento de becas para lo cual hay varios proyectos ya presentados.

También reconoció que en la implementación de la medida se habían cometido errores, pero insistió con que “ningún chico que necesite una beca se va a quedar sin ella”.

A cada respuesta del funcionario, precedían insultos y gritos por parte de muchos de los estudiantes presentes. “Se acaba la paciencia”, “Renunciá”, “Para quién gobernás”, se escuchaba constantemente. Ante lo cual, tanto Olivera como el vicepresidente de la Comisión de Educación, Fernando de Andreis (PRO), pedían una y otra vez silencio y respeto, aunque ninguno de los dos requerimientos fue escuchado.

Además, la reunión también fue aprovechada por los sectores opositores para hacer preguntas sobre todas las áreas de gestión. Se habló de la falta de vacantes en el sur de la Ciudad; de la relación entre la Fundación Cimientos y el Gobierno de la Ciudad; la cantidad de becas otorgadas, por otorgar y las que no se entregarán; y las obras del plan de infraestructura, entre otros temas… [ADN Ciudad: por Alejandra Lazo]